Cómo proteger la piel del frío

How to protect the skin from the cold - Annie Blume

Durante estos meses es normal que nuestra piel se sienta más seca, sensible y tirante, debido a los contrastes del frío y la calefacción. Hoy te comparto cómo proteger tu piel.

Cuando hace frío, los capilares de la piel se estrechan provocando que no llegue suficiente oxígeno a la epidermis y que se retrase la renovación celular. Por ello, las células muertas se acumulan e impiden que la propia grasa de la piel llegue a la superficie para nutrirla de forma natural. Además, el choque térmico de la calefacción acentúa la sequedad, los picores y las rojeces.

How to protect the skin from the cold - Annie Blume

Cómo proteger la piel del frío

Para ayudar a la piel a recuperar su equilibrio y reforzar su capa de protección natural, es importante utilizar cremas ricas en activos hidratantes de origen vegetal, que al ser similares al pH de la piel se absorben y se asimilan mejor.

Es recomendable nutrir la piel dos veces al día; sobre todo por la noche, que es cuando se alcanza el punto álgido de regeneración celular.

How to protect the skin from the cold - Annie Blume

MOONLIGHT es una hidratante cremosa totalmente reparadora, especialmente formulada para nutrir la piel, calmarla y potenciar el rejuvenecimiento celular.

La exquisita combinación de aceites de argán, jojoba y caléndula con hidrato de rosas otorga a tu piel un efecto sedoso y confortable, nutriéndola en profundidad, aportando luminosidad y colaborando en el proceso de regeneración celular. El intenso aroma del aceite esencial de tanaceto azul puro incrementa el relajante poder del ritual nocturno, aportando notorios beneficios antiinflamatorios.

How to protect the skin from the cold - Annie Blume

Los mejores ingredientes para proteger a la piel del frío

Durante esta época, la piel necesita ingredientes que estimulen su capacidad de regeneración y que a la vez creen una barrera natural de impermeabilidad que impida la pérdida de agua. Los siguientes ingredientes están presentes en la hidratante cremosa MOONLIGHT creamy moisturizer.

How to protect the skin from the cold - Annie Blume

  • Aceite de jojoba: nuestra piel está compuesta por un manto ácido que crea una barrera protectora para defendernos de gérmenes y retener la humedad. Este sebo que la recubre es un éster de cera natural, que en muchas ocasiones ve comprometida su producción, mostrando un aspecto reseco, cansado y apagado de la piel. El aceite de jojoba es en realidad una cera líquida y no un triglicérido como el resto de los aceites vegetales. Esto significa que la piel reconoce su similitud con el éster de cera natural y permite que supere la epidermis, llevando consigo todos los nutrientes del aceite de jojoba a capas profundas de la piel donde se produce la regeneración y la síntesis celular. Actúa como sebo regulador, equilibra el pH de la piel, aporta vitaminas A, B, D y E, minerales y ácidos grasos esenciales que rellenan los huecos entre las células de la piel, ralentizan su metabolismo y reparan el tejido cutáneo dañado.

  • Aceite de argán: tiene una composición similar a la de los lípidos de la piel. Su alta concentración en omega-9 mejora la elasticidad de la piel, consiguiendo un efecto más suave. Los ácidos grasos omega-3 y 6 le otorgan a este aceite vegetal interesantes propiedades antiinflamatorias y unificadoras del tono de la piel. También destaca su contenido en tocoferoles y carotenoides que actúan como regeneradores cutáneos, aliviando los síntomas del envejecimiento de la piel.

  • Oleato de caléndula: obtenido tras la maceración de las flores de caléndula, este preciado aceite alivia inflamaciones cutáneas gracias a su contenido en faradiol, provocando un efecto calmante y curativo. Su presencia en flavonoides estimula la proliferación de las células de la epidermis, lo que acelera la regeneración de la piel. Además, los ácidos grasos presentes en la composición de este aceite macerado fomentan la elasticidad de la piel.

  • Manteca de cacao: compuesta por mono-triglicéridos, ácidos grasos y enzimas crudas, ayudan a la reparación y rejuvenecimiento celular, ralentizando el proceso de envejecimiento visible y favoreciendo una nutrición profunda. Además, tiene un contenido excepcional de antioxidantes que protegen el colágeno y la elastina de la piel.

  • Hidrolato de rosa: la rosa es unas de las flores con mayores propiedades curativas y protectoras gracias a sus compuestos orgánicos activos como vitaminas, minerales y antioxidantes. Además de su delicado aroma, aporta numerosos beneficios antiinflamatorios e hidratantes que contribuyen a recuperar la vitalidad de la piel.

Con cariño,

Annie

Post anterior Siguiente post