En otoño los árboles empiezan a perder sus hojas para concentrar sus esfuerzos en renovarse y repararse. A nuestro organismo le ocurre lo mismo. La melatonina aumenta y la serotonina disminuye, invitándonos a relajarnos.

Incluir en nuestra alimentación carbohidratos complejos como zanahoria, boniato o calabaza nos aportará energía de calidad. Y, si necesitamos un empujón extra, las plantas adaptógenas como la rhodiola pueden sernos de gran ayuda.

Nuestra piel nos pide un extra de antioxidantes para regenerarse después del verano.

Peeling enzimático

Una vez por semana, sobre la piel limpia y seca, aplícate una mascarilla de RAINFOREST. Déjala actuar durante al menos 15 minutos y retira con agua templada. Aprovecha este momento para masajear tu piel con movimientos circulares. De esta manera, las enzimas y vitaminas del aloe vera puro y la miel cruda ayudarán a regenerar, suavizar e iluminar tu piel.

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Cóctel de antioxidantes

La combinación del serum STARDUST y la hidratante SUNSHINE ofrece una rutina antioxidante completa para revitalizar tu piel.

Mientras el serum aporta niacinamida, té verde y vainilla para iluminar, calmar y proteger, la crema complementa con aceites de germen de trigo, camelia y macadamia ricos en vitamina E. Juntos, ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro, reducir manchas y mejorar la textura.

El resultado: una piel más firme, luminosa y profundamente reparada.

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Y, te habrás dado cuenta de que en esta época aumenta la caída del cabello. Es habitual ya que pasa por su fase telógema para potenciar su regeneración.

Remedio natural para fortalecer el cabello

Infusiona en 1 L de agua un puñado de romero, otro de ortiga y 1 cs de guayaba en polvo. Aplícate la infusión capilar después de lavarte el cabello.